viernes, 28 de diciembre de 2007

Fiestas...

Ayer encontré otra pelusa en mi cabeza y lógicamente, referente a las Fiestas de fin de año. En mis épocas de niño la reunión era siempre en casa de mis abuelos maternos. Mi abuelo era carpintero y tenía el taller en el fondo de casa. Tablones y caballetes no faltaban para quien quisiera unirse a la mesa de la cena. No miento si digo que a veces pasabamos las 50 personas y sin embargo nunca faltaba comida o bebida. Después de los rituales de la comida, el bríndis de las 12, las lágrimas de las tías deseando un buen año, y los saludos por mi cumple (1ro de enero), los chicos quedabamos libres para reunirnos con nuestros amigos.

En la calle, con los amigos, podíamos estar hasta las 7 de la mañana (todavía se podía). Primero quemabamos cohetes fósforos (que nuestros papás compraban por tonelada) y las famosas baterías, que usabamos exclusivamente en el baldío de la vuelta. Allí vivían un par de borrachos, personajes famosos a lo largo de los años y que pasaban a ser parte decorativa del barrio. Con la seguridad de que ya tenían varias copas de más encima, utilizabamos las baterías para despabilarlos de su modorra.

Después de aturdir un poco a la cuadra en general, volvíamos a la calle, y con las bolsas de plástico en la cuales venían los fuegos artificiales, armabamos la famosa pelota de futbol para un picadito en el pavimento. Seguro que habían camperas que pasaban a ser los postes de los arcos, y los laterales no existían, a menos que la pelota entrase en algun pasillo o jardín. Se jugaban con tantas ganas que no advertíamos que la claridad del día empezaba a asomarse detrás del Cerro San Bernardo.

Mientras, los padres detrás de una mesa, y en el medio de una charla en las cuales salían las viejas anécdotas repetidas año a año, y los nuevos proyectos, notaban tambien la llegada del sol. Momento oportuno para desarmar ambas reuniones (la de los grandes y la de los chicos) y partir a descansar.

Pero no todo terminaba ahi, el sueño no se extendía mas allá del mediodía, por lo tanto el barrio empezaba a moverse a esa hora. El siguiente paso era almorzar a las apuradas, porque el vecino de la esquina comenzaba a preparar el camión. Una vez listo el vehículo, y todos los chicos y algunos grandes, partíamos al río o a algun camping. Sí, todo el grupo de vecinos juntos. Sin diferencias de edad, clase o color.

Hace mucho tiempo que no prestaba atención a esta pelusa, y es de las mas importantes de mi niñez, cuando los amigos (del corazón) abundaban. Una hojita más en el árbol de la vida.

Saludos

Dani

lunes, 24 de diciembre de 2007

Poesías

Nunca fuí un buen alumno en Lengua, pero calculo que se debía a que odiaba hacer carpetas. Sin embargo siempre me gustó mucho la lectura y de chico me devoraba los libros. Eso hizo que algo quede en mí de todo lo que leí. Y se despertó un día en un café, mientras esperaba un grupo de amigos. En la mesa un cortado, una lapicera y un par de servilletas... Este poema es uno entre varios que escribí cuando se me hizó costumbre el tema de las servilletas. En otros posteos les muestro más de mi colección, por ahora conformáos con esta muestra.



DOS PARA AMAR


Belleza impura la del dolor
que rasga el corazón sufrido
de aquel de un solo amor;
que ama sin ser correspondido.

Querer con pasión y ardor,
querer a veces sin sentido,
entregar todo sin temor,
saber vivir en el olvido.

Cuántos fueron hallados
caminando sin rumbo alguno
a pesar de haber amado.

Sin embargo ninguno
llora o se ha quejado
de amar por dos y ser uno.



Feliz Navidad para los cristianos, y para los no cristianos mis deseos de que encuentren hoy algo por que brindar.

Saludos
Dani

domingo, 23 de diciembre de 2007

Arrancamos

Estuve casi un año entero con la intención de crear un blog, muchas ideas pasaron por mi cabeza. Ninguna de ellas me llenaba lo suficiente como para largarlo al éter. Hay blogs de gente que cuenta sus experiencias cotidianas, hay quienes hacen una novela del posteo, hay quienes copian y pegan distintos links, y seguramente hay muchos que hacen lo que yo pretendo.
Juntapelusas es ese rincón del cajoncito de la mesa de luz, o del armario, o de la caja de recuerdos, rincón que no siempre llega a ser limpiado juntando no solo pelusas, sino recuerdos de distintas épocas en la vida de cada persona. Recuerdos lindos, recuerdos malos, recuerdos al fin.
Esta idea de la caja de recuerdos me da vueltas desde hace un tiempo largo. Precisamente desde tres meses antes de cambiar de siglo, cuando se me ocurrió enviar una carta a mis amigos donde les pedia que colaboraran con mi idea de dejar una Caja de Recuerdos para nuestros nietos. La idea consistia en aportar con algo que represente un momento especial en la vida de cada uno, y un escrito detallando ese momento. Todo esto iba en una caja junto a una especie de testimonio que explicaba el motivo de todo este movimiento. El segundo paso constaba de enterrar la caja en algun lugar elegido en las afueras de la ciudad, lugar que debia ser algo aislado de la civilización (por esta zona abundan) y guardar la ubicación.
Como paso final cada uno dejaba como testamento una indicación con una lista de las personas que aportaron a la caja, ubicación de la misma, y la orden de abrirla 100 años despues por parientes de cada uno.
Estaba buena la idea, ¿no? Muchos dijeron sí, no hay problema... El hecho es que nadie me hizo llegar nada, quizás por no querer contar sus cosas íntimas, quizás por vagos, quizás por que me creyeron un poco loco y soñador.
La idea sigue dando vueltas en mi cabeza, y creo que de una u otra forma la voy a llevar a cabo. Por esto pretendo que este blog sea en cierta forma eso: un cajón de recuerdos, no solo míos, sino de todos mis amigos, amigos de siempre, amigos nuevos, amigos de temporada o amigos de un dia. Porque no tambien de los amigos por venir, y de los amigos de teclado, aquellos que disfrutan sentarse frente a una PC y webear todo el dia.
Espero que me hagan compañía en esta movida.
Saludos
Dani